Piedra y Acero

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Soy como la PIEDRA: firme y resistente,... pero me deshago en ensoñaciones, y ¡me agrieto por contarlas!, por ayudarlas a escapar, a escurrirse como el ACERO fundido; relatando, en su huida, vidas inventadas y verdaderas mentiras.

27 de julio de 2012

Se van de vacaciones


Estos deditos me avisan que se van de vacaciones. Que durante el mes de agosto teclee mi señora madre… Lo dicen porque saben que a mi señora madre, lo que discurran mis dedos, ni le va ni le viene… Además, mi señora madre no se va a creer que los dedos de mis manos hablen. Pues ¡menuda es ella!. Aunque recuerdo que sí afirmaba que los de mi hermano pequeño, cuando se quitaba las zapatillas: cantaban. 
Las madres se creen lo que quieren (lo que saben que deben creerse). Y la mía siempre ha creído que cada parte del cuerpo está para lo que está. Y que estos dedos, como los de mis sobrinas cuando vienen pegajosos de chucherías o sucios del parque, lo que necesitan es una buena pasada por el grifo y el jabón. 
 —¡Qué tonterías tienes! Mira que pintarte con bolígrafo los dedos!  ¡Ni que fueras una cría! 

¡Cada día aprendo las mismas cosas de mi madre! Todas las noches, cuando hablo por teléfono con ella, me las repite... para que no se me olviden. Aprendo de sus regañinas:
¡Menudas horas de llamar! 
¿Ya has cenado? ¡Todavía no! ¿A qué esperas? ¿Qué vas a cenar? 
Come bien: verduras y fruta… Y bebe mucha agua que con este calor te vas a deshidratar. 
¿Ya has engordado algo? 
¿Qué tal en el trabajo? 
¿Te has preparado la ropa de mañana? 
¿Has hablado con alguno de tus hermanos? Pues a ver si encuentras tiempo y les llamas que me dicen que no saben nada de ti… 
¿También hoy has estado escribiendo? ¡Mira que te ha dado fuerte! Más te valdría descansar y no perder el tiempo con tanto cuento. 
Lo que tienes que hacer es llevar un horario normal, Amparo, que eres muy exagerada para todo. 
¿Has metido a los perros?… ¡Todavía no! Pues venga, hija. ¡Mira qué hora es!, y mañana tienes que madrugar… 
—¡Vale! Ya voy, mamá… Y tú ¿Qué tal? ¿Bien? 
—¡Sí!... Ya hablaremos mañana, que hoy es muy tarde y todavía no has cenado… Siempre igual, Amparo. No vas a aprender nunca. Y este plan que llevas no es bueno para tu salud. ¡Así te va! ¡Acuéstate pronto!... Un beso… Y descansa que no vas a llegar a vieja. 
—¡Adiós, mamá! Un beso. Que duermas bien... ¡No quiero ser vieja! 
—No te preocupes… Como sigas con este desbarajuste de horarios, no vas a llegar ni a mis años. 
—Hasta mañana, mamiiii 
—Ya, pero sigues sin  hacer caso de nada, ¿eh?... 
—Adiós, gruñona 
—Tú sí que eres gruñona y rara… 
—A quién habré salido… 
—Te cuelgo, que si no ni cenas. Un beso, hija. 
—Un beso, mamá. 

Entendéis por qué, digan lo que digan mis dedos de la mano derecha o izquierda, mi señora madre no va a hacerles ni caso. Pues, utilizando sus palabras: 
—Hija, a veces, parece que no tienes ni dos dedos de frente: solo cuentas tonterías sobre dedos pintarrajeados.

Os cuento esta tontería sobre dedos pintarrajeados que hablan, para deciros que ¡ME VOY DE VACACIONES! Pero entraré. ¡Claro que entraré! Y os leeré cuando pueda. Y creo que colgaré dos dibujos ecologistas o tres… 

Petra Acero (28/07/2012)

25 de julio de 2012

20.000


En marzo publiqué una entrada celebrando las 10.000 visitas en Petra Acero. 
Hoy, después de cuatro meses, celebro las 20.000. 
Para mí es un motivo de alegría. Pero a quienes debo felicitar es a todos vosotros. 
Gracias, muchas gracias. Porque cada una de las letras que dejáis en vuestros comentarios, van formando un gran CORAZÓN que nos une. 
¡FELICES 20.000 CUMPLEVISITAS! 


Petra Acero (25/07/2012) 
Amparo Martínez Alonso

23 de julio de 2012

Bellotas ecologistas



He dibujado bellotas rajadas por la mitad, para que no revienten al asarse. Bellotas gordas y marrones teñidas por el rojo de las llamas, entre las cenizas y ascuas de una chimenea que Lola Sanabria nos describe en su microrrelato "Bellotas", y que hoy publica Luisa Hurtado en Microrrelatos al por mayor
Espero que os guste la ilustración que ambienta el micro de Lola.


Petra Acero (23/07/2912)
Amparo Martínez Alonso

17 de julio de 2012

Miedo


Inspiré. Sentí el aire llegar a mis tripas. Lo mantuve ahí, hasta que las chicharras de mis oídos empezaron a marearme: espiré. 
El miedo lo revuelve todo. Hubiera apostado a que la fila donde estábamos se movía impulsada por el traqueteo de mi corazón. 
Los primeros gritos de terror arañaron mi frente: noté cómo se escurría mi sudor bajo la camisa. Quise esconderme como él. No podía esperar, tenía que salir de ese agujero, pero mi familia iba en la fila. Inspiré, espiré. 
Avanzamos lentamente. Mi hijo comenzó a gritar, le apreté la mano. Quería decirle que todo eso no iba a durar, que no sintiera miedo. Pero la fila entera comenzó a gritar… Él se tapó la mitad de su cara con la mano que tenía libre. Una pesadilla interminable: un viaje de quince minutos. Cuando por fin salimos del agujero y vi la luz, y la sonrisa de mi mujer, y mi hijo dijo: 
—Otra vez, papá… ¡Por fa, papi! ¡Otra vez! 
Comprendí que "el pasaje del terror" era para mujeres y niños. 

Amparo Martínez Alonso
Petra Acero (09/07/2012)





Con este micro participo en "Esta noche te cuento". Este mes de julio el tema es: El viaje me enseñó. Aunque lo hayáis leído la mayoría, lo traigo a mi blog: ¡que no se me quede perdido en la red!

16 de julio de 2012

Ordenador ecologista



He tratado de reflejar el contenido del  micro ”Electro2 O”, de Ana M. Blanco, mediante imágenes que "escapan" del ordenador: el aumento de la temperatura global, la desertización del planeta, la búsqueda de energías alternativas...  Todo ello arropado por la luz, de bajo consumo, que alumbra la actuación “responsable” de la protagonista cibernauta.
Este trabajo se publica hoy en Microrrelatos al por mayor, de Luisa Hurtado.

Amparo Martínez Alonso
Petra Acero (16/07/2012)

12 de julio de 2012

Apolo y Dafne




Cuenta la leyenda que Apolo, dios del sol y la música, se burló del joven Eros: de cómo este manejaba torpemente sus flechas. Eros, ofendido, tomó una flecha de oro y otra de hierro. La de oro incitaba al amor, la de hierro al odio. Con la flecha de hierro disparó a la ninfa Dafne y con la de oro disparó a Apolo en el corazón. Apolo se inflamó de pasión por Dafne, en cambio ella lo aborreció para siempre.  Aunque Apolo la perseguía, rogándole que se quedara con él, la ninfa seguía huyendo...  Hasta que los dioses intervinieron a favor de Apolo. Entonces, Dafne invocó a su padre. Así fue como su piel se convirtió en corteza de árbol, su cabello en hojas y sus brazos en ramas: sus pies se enraizaron en la tierra, dejando, por fin, de correr. Apolo, comprendiendo que ya no la podía tomar como esposa, prometió amarla eternamente como su árbol, y empleó sus poderes de eterna juventud e inmortalidad para que el árbol Dafne estuviera siempre verde.
Sobre esta relación imposible versa el ejercicio del mes de julio en Una idea, mucho arte. Y esta es mi aportación.

Petra Acero (12/07/2012)
Amparo Martínez Alonso

10 de julio de 2012

La máquina asesina



Hoy, 10 de julio de 2012, hace veinticinco años que su máquina de escribir mató a mi abuelo. 
Mi abuelo era un señor muy alto, siempre fumando, vestido de negro y con abundante pelo blanco. 
No parecía mi abuelo, parecía un extranjero moviéndose entre la bruma gris del aeropuerto de Casablanca. Solo cuando cerraba la puerta de su despacho volvía la cuatricomía a casa.

Cla, cla, cla, cla,… La máquina no le dejaba descansar. Pero mamá no veía el peligro que yo intuía. Ella, escuchando ese soniquete, se sentía acompañada y tranquila. 
⎯¡Padre!... ¡Padre! ⎯lo llamaba desde fuera de la bruma, cuando la máquina se callaba⎯. ¿Está usted bien? 

Por las tardes, después de merendar, el abuelo dejaba la máquina de escribir asomada a la ventana, cogía su sombrero de Bogart y salía a tomar el sol. Yo lo espiaba de reojo, sin levantar la cabeza de mis deberes. Él giraba la vista desde el banco de la plazoleta, ese que siempre está a la sombra, y miraba hacia arriba, pero no me veía: tenía sus ojos llenos de teclas brillantes como el bronce. Y ahí, en ese banco cubierto de gris, se fumaba el penúltimo cigarro del día. 

El 10 de julio de 1987, la máquina de escribir se quedó muda por la tarde, antes de merendar, y mi abuelo se murió de pena. Yo estaba en la piscina municipal, pero lo supe al entrar en casa: su despacho, abierto de par en par, llenaba toda la casa de bronce y atardecer. 

Petra Acero (10/07/2012)




9 de julio de 2012

Paya ecologista


SOLIDARIO: Fraternal, amistoso, fiel, mutuo, humanitario, participante.
1. adj. Adherido o asociado a la causa, empresa u opinión de alguien.
2. adj. Der. Se dice de las obligaciones contraídas in sólidum y de las personas que las contraen.


Pienso que cuando tenemos la oportunidad o la facilidad de hacer algo por una causa y “pasamos” es una pena, es despreocupación, es casi injusto. 
Luisa Hurtado, en su blog “Microrrelatos al por mayor”, está realizando una excelente labor de concienciación a favor del medio ambiente: todos los lunes del año, gracias a la colaboración de numerosos escritores y de Juan Luis como ilustrador. Tarea, desinteresada, que me parece digna de apoyo (pensando sobre todo en el generoso e incansable Juanlu/Luiyi). 

Espero que mi pequeña aportación y mi estilo sean de vuestro agrado, y enriquezcan vuestros micros. Los he leído detenidamente y en cada uno he tratado que la ilustración complemente, se hermane con el mensaje de vuestros textos. Iremos creciendo juntos, valorando y defendiendo la naturaleza, el medio ambiente. 
Hoy, lunes, 9 de julio de 2012, os muestro mi primer trabajo ECOLOGISTA para ilustrar el micro “Vacaciones en la playa” de José Luis Sadín.

Petra Acero (09/07/2012)
Amparo Martínez Alonso

5 de julio de 2012

Dragones, hadas y genios


—Abuelita… ¡Cuéntame por qué las hadas, los genios y los dragones vivieron juntos!
—Cuando comas.
—¡No me gusta la carne!
—Pues nunca serás grande y fuerte como tu abuelo.
—¡Vale!
—Luego, las otras tres…
—A que había muchos dragones, abuelita. Y a que el viento era malo.
—Sí, había muchos dragones en el valle. Las hadas vivían más arriba: en la nieve azulada, rozando las nubes. El viento las separaba de los genios. Solo se juntaban cuando él no soplaba; entonces celebraban grandes fiestas,… a las que no invitaban a los dragones.
—Porque eran muy grandes y les molestaban.
—Pero un día todo cambió como el viento. Aullando, desordenó la nieve, desmadejó los cirros y los cúmulos en que vivían los genios. ¡Huracanado, alborotó todo a su antojo! Solo los grandes dragones resistieron su enfado… Las hadas y los genios bajaron al valle en busca de ayuda.
—Y el abuelo cogió al viento por la cola y lo lanzó muy lejos. Por eso tengo alas, ¿verdad abuela?
—…Porque las hadas nos regalaron alas y los genios, el fuego.
—Cuando sea mayor lanzaré llamas como el abuelo.
—Antes tienes que comerte las tres vacas.
—No me gusta la carne.
—¡Grrrrrr…!
—Vale.

Amparo Martínez Alonso (14/06/2012)
Petra Acero (05/07/2012)




Hoy ha sido seleccionado este micro, junto al de Sara Lew, Mar Horno y Miguelángel Flores (triple alegría),  como GANADOR del mes de junio, en el II Certamen de Microrrelatos "Esta noche te cuento". El tema era "Cambió como el viento".