Piedra y Acero

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Soy como la PIEDRA: firme y resistente,... pero me deshago en ensoñaciones, y ¡me agrieto por contarlas!, por ayudarlas a escapar, a escurrirse como el ACERO fundido; relatando, en su huida, vidas inventadas y verdaderas mentiras.

28 de agosto de 2013

En el circo

Ilustración de Eva García Martín

Les dio las últimas indicaciones. Ella actuaría después, con los adultos. 
—Saldréis los doce en fila… como hormigas —sonrió—. Avanzaréis con los ojos cerrados para… que no os deslumbre la luz. Recordad: ¡No abráis los ojos!... Aunque el público os lo pida. 
Fuera, la animación crecía: el circo se llenaba. 
—Iréis de la mano —les animó—. Las hormigas trabajan en comunidad… ¡Juntas poseen más fuerza que un león! 
—Yo quiero hacer de escarabajo. Los escarabajos dan suerte. 
—Yo de luciérnaga… ¿Las luciérnagas también van de la mano? 
—Pues yo… ¡Yo seré el pez! —exclamó uno de los más pequeños. 
Todos rieron. Sabían que los peces no podían caminar por la arena del circo, como las hormigas, los escarabajos o las luciérnagas. 
Ella le acarició la cabeza y le dibujó un pez en la frente. 
En las gradas, el entusiasmo del gentío silenció el primer rugido. 

Amparo Martínez Alonso (08/08/2013)

En este agosto, del que ya solo quedan cuatro días, también ha habido alguna cosa buena... Llena de bichos y de historias originales. Para aquellos que todavía no hayáis pasado por Esta Noche Te Cuento, aquí os dejo el enlace. El tema de este mes era "Los insectos", recordando a Kafka.

Hoy viernes, 6 de septiempre se han publicado los resultados del concurso, y "En el circo" ha obtenido una mención. ¡Gracias!


12 de agosto de 2013

Verosímil


Ayer me morí un rato... entre luces blancas, pijamas verdes y originales gorritos: ¡como en las películas!... Hoy, casi todo es como en la ficción.
El del celador era llamativo, azul y rojo: banderas inglesas. La guapa doctora de medicina nuclear que hablaba por el móvil y decía, muy alto: “Pues dónde voy a estar: ¡en el quirófano!”, llevaba uno con manchas marrones de guepardo, a juego con la carcasa del su móvil de leopardo. El de la anestesista, una doctora joven y bronceada, fue el gorro que más me gustó: sus tonos verdes, naranjas y azules evocaban risas, playas y vacaciones.

Como mi camilla estaba junto a la puerta, cada vez que alguna persona autorizada entraba o salía de la "zona prohibida a personal no autorizado" podía ver a mi marido en el pasillo, entonces volvíamos a despedirnos agitando la mano derecha… A la tercera apertura de puertas, ya no levanté la mano, solo le sonreí. A la cuarta, moví las cejas dos veces… recordando, un poco avergonzada, aquellas incómodas despedidas, en blanco y negro, de viejos trenes que parecían no arrancar nunca..., mientras los adioses erguidos se dormían, los temas de conversación bostezaban y, tímidamente, se iban arrugando las muestras de cariño.

El celador inglés manejó mi cama como un verdadero profesional de coches de choque: esquivando con ímpetu todos los obstáculos y estrecheces que nos salían al paso. Cinco maniobras y ya estábamos junto a la mesa de operaciones. 
Yo me fijaba en cualquier detalle, quería escribir un relato verosímil de una verdadera operación.

Manipularon mis brazos. El izquierdo: “Ahora un pinchazo que te dolerá un poco, para la vía… ¡Ya está!” El derecho: “Así me vale. Esto es para controlar tu presión arterial… Tienes pulsaciones de deportista…”. Fue entonces cuando me saludó mi cirujana. Con su pelo moreno recogido en un gorrito blanco lleno de personajes cabezones del mundo del cómic... Los miré y me sonrieron. Ellos corrieron hacia fuera, desenfocados por la luz, yo les seguí. ¡Me gustan los dibujos animados! 
Pero antes de terminar la animación se escuchó un mal doblaje, una megafonía que no venía a cuento: “Amparo, Amparo… Te hemos quitado bastantes… ¿Me oyes?” “Graaciaass...¡Muchas graciasss!…”, contesté por educación a no sabía quién. 

Es lo que tiene cuando desconectas un rato, o tres horas, de este mundo de película, que al volver no sabes contar qué pasó en realidad

Petra Acero (10/08/2013)

Pero ya estoy aquí, sea este el mundo que sea... es en el que estáis vosotros.

7 de agosto de 2013

A cada relato, su voz

Una de las muchas iniciativas de Pablo Gonz  (la última que ha llegado hasta nosotros) consiste en llevar a cabo una AUDIOANTOLOGÏA SOLIDARIA. Una recopilación de microrrelatos cuyos protagonistas serán los viejos: ¡Nuestros ancianos! Para ello nos pusimos manos a las teclas... En este enlace se especifica la lista de SELECCIONADOS. Me siento enormemente contenta de haber descubierto, entre tantos títulos de escritores amigos y admirados, dos de los tres relatos que envié al concurso: El Estorbo y Tres velas
Enhorabuena a todos. Gracias a Pablo.
¡Ahora a esperar a que cada relatos encuentre su voz...! AUDIOANTOLOGÍA Solidaria sobre la vejez.

Amparo Martínez (Petra Acero)