Lucas nació con buena estrella. Vino al mundo como el
hueso de una ciruela escupido con fuerza, directo a las manos de la comadrona. En
el instituto, cuando aquel loco disparó sobre sus compañeros de clase, Lucas y
su buena estrella estaban encerrados en el servicio, fumando el primer
cigarrillo prohibido. Hoy debería estar muerto, tirado en el asfalto, pero su
buena estrella también le ha salvado de esta. Por eso, Lucas se
incorpora, busca su zapato izquierdo, se limpia la sangre de la cara y deja el
coche empotrado en el quitamiedos.
—Tienes mal aspecto, Lucas.
—El de un zombi.
—¡Eso!…
Ahora, Lucas se siente apagado, fugaz, del montón. Mira al cielo: allí
está, la más brillante. ¡Su estrella muerta!
Con este micro participo en Esta noche te cuento. Este mes de octubre el tema versa sobre las estrellas: "Tres estrellas", y la participación, como viene siendo habitual, está siendo muy reñida,... cada vez agradablemente más reñida. Casi todos estamos allí; lo que le confiere al blog-concurso un sobreañadido familiar, entrañable. Si todavía no has participado, no lo dudes, la acogida te merecerá el esfuerzo.