Piedra y Acero

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Soy como la PIEDRA: firme y resistente,... pero me deshago en ensoñaciones, y ¡me agrieto por contarlas!, por ayudarlas a escapar, a escurrirse como el ACERO fundido; relatando, en su huida, vidas inventadas y verdaderas mentiras.

25 de septiembre de 2012

Mi ama da


El amor no es ciego, es beodo. Además, se sabe que amor sin padecer, no puede ser. Por amor de Dios, ¿a quién se le ocurrió lo del gordito alado esCupiendo flechas sin ton ni son? ¡Cupido es el culpable! Yo era feliz hasta que a mi dueña, a mi amada le dio por confundirme con el resto de los muebles de casa: todos le estorbábamos. Amargado, acurrucado en mi rincón, espiaba sus movimientos torpes, violentos, desafiantes,... deseando ser invisible (como cuando ella me llama, haciendo que no me ve, riendo y jugando como dos cachorros, mientras me acaricia, igual que los ciegos del parque). Si fuera invisible, saldría de mi escondite, sin miedo, y le mordería el tobillo… Pero sé que mañana, tal vez esta noche, me llamará con su voz sobria y será música para mi cola: la voz de mi ama da lo que ahora me quita. 

Petra Acero (25/09/2012)

20 de septiembre de 2012

¡De cuento!



Todo ardía a su alrededor. ¡Era tan hermoso! Vio a su padre sonriéndole; a su madre con Bea de la mano, esperándolo a la salida del colegio; vio a Bea vestida de blanco con sus alas de espumillón, como un ángel de verdad; estaba el grupo de la universidad y sus dos ex-novias y aquel loco que gobernaba, sacando de su corbata palomas negras que se convertían en globos y explotaban muy cerca…; vio gruñir a Platón, el san bernardo de su abuelo, y abrir los brazos a su abuela, llorando, abrazando las llamas. No quería que sufrieran. Se acercó. Todavía temblaba. Se frotó las manos, le dolían, empezaba a sentirlas. Vio su casa llena de luz. Todos estaban dentro, mirándole, como si estuvieran vivos. Se acercó un poco más. ¡Hacía tanto frío! Recordó dulces, cuentos, risas… ¡Era el último depósito de gasolina! Sonrió... como aquella cerillera.

Petra Acero (20/09/2012)

17 de septiembre de 2012

Acuario ecologista


Hoy, en Microrrelatos al por mayor, Luisa Hurtado nos presenta el micro de Elisa de Armas, titulado "La maqueta". Esta es la ilustración que he realizado para una historia llena de elementos marinos. Lo podéis leer aquí.

Amparo Martínez Alonso (17/09/2012)

13 de septiembre de 2012

¡Nuestra casa!


—¿Qué precio tiene, joven? 
El dependiente echa un vistazo rápido y dibuja una sonrisa incrédula: 
—Esta es muy grande. Tenemos más pequeñas al fondo. 
—Esta es perfecta. 
—Ya lo creo,… señor. Artesanía pura. Materiales de calidad: alicatados, parqué, puertas, armarios, espejos, alfombras, lámparas… Hasta el mínimo detalle. 
—Gracias, joven, pero no tiene que convencerme de lo que quiero. Solo dígame cuánto cuesta.
El vendedor, pensando en la comisión, maldice su mala suerte. Hoy en día, las casas apenas se venden. No quiere dejar escapar al viejo estrafalario ¿Para qué querrá una casa tan grande? Mientras va a comprobar las tarifas, con cada paso que da, siente cómo se aleja su comisión. Descorazonado, como un corredor de bolsa tras una mala inversión, vuelve junto al viejo y le observa detenidamente, sin respeto. No puede estar bien de la cabeza: viste traje oscuro, mientras se “ahorca” con una bufanda infantil terminada en borlas. Le susurra el precio como si traicionara un secreto, esperando su reacción. Pero el viejo no abre desmesuradamente sus ojillos soñadores, ni dibuja aspavientos con sus manos serenas, ni se marcha de la tienda refunfuñando disparates. El viejo, acariciando las borlas de su bufanda infantil, sorprende al impostor de agente de bolsa: 
—¿Se puede devolver si no le gusta? 
—¿Cómo dice?... Es que… ¿Se queda con la casa?... Señor… 
—Agustín. Solo Agustín. 


 Agustín nació en la portería del edificio donde vive. En el casco antiguo de la ciudad: una reliquia del modernismo de finales del XIX. Su padre, el portero, ayudó a su señora a traerlo al mundo. De eso hace casi ochenta años. Agustín siempre ha vivido en la portería, hasta que se jubiló. Ahora vive en frente: en el bajo derecha, con Salma, las hijas de esta, y un gatito que encontraron llorando en un contenedor. 

Son pisos grandes, de renta antigua, sin ascensor. Ocupan toda la planta, excepto los bajos: la portería y el piso de Agustín. Los vecinos se conocen, llevan toda su vida ahí. Los nuevos son extranjeros. 
El matrimonio del segundo sale del brazo a comprar el pan; les cuida una interna rumana. Doña Berta y su señora de compañía, ecuatoriana, han llenado de girasoles el balcón del tercer piso. Los del primero son cinco: ha vuelto la hija y los niños. En el cuarto, el viejo académico ha contratado a un matrimonio venezolano, como Salma; el marido pasa las mañanas en la universidad con el profesor. 
Para Agustín, Salma y las pequeñas son su familia. 
 —¿Dónde están mis niñas? 
 —¡Abuelito Agustín!... ¡Llevas mi bufanda de la suerte! Es para ti, para siempre… 
—Flor, mira lo que os traigo. 
 —¡Alaaa…! 
—Vamos a enseñársela a tu hermanita… Extiende las manos, Eli. Así, despacio… Eso son tejas. ¿Las notas?... Y las chimeneas… ¡Las ventanas! Suaves, finas. ¡Tócalas, Eli!... Lo que sobresale son los balcones. Están fríos, ¿verdad?... En el tercero pondremos girasoles… ¡Acaricia la fachada! Es rugosa, pero no pincha. ¿A que no?... Y la gran puerta. ¡Ábrela, Eli! ¿Te gusta? ¡Es nuestra casa!


Amparo Martínez Alonso





Este relato es uno de los dos que envié a La Esfera Cultural (y lo puedes escuchar aquí), para la convocatoria "Historias de portería". Fueron seleccionados ambos relatos, junto a otros 58, el ganador y los cuatro finalistas.
Una gran alegría para mí (si yo estoy contenta, cómo estarán los ganadores...)
Algunos ya lo habéis leído este verano en La Esfera Cultural. Había muchos amigos que visitar allí. Todo el equipo de La Esfera y la gran voz Silenciosa, nos ayudaron a olvidar, por unos momentos, el calor que nos asfixiaba en agosto. Muchas gracias a todos.

8 de septiembre de 2012

La "V" de Victoria


Zumm zum zumzumm zum zuummm zummm zuumzummm.
(Me gustas como la fruta madura, como la miel, como la caca de vaca)
Zuumm zumm zuzummm zuuu zummm zuzuumm zummmmm…
(Contigo, zummmbando a mi lado, el mundo se me figura un apetecible estercolero…)
…zum zum zuzumm zummmm.
(…o el basurero más deseado)

—¡Mamá, en el frutero hay dos moscas jugando al caballito!
—¿Jugando al caballito?
—Sí. ¡Ven!
La madre entra en la cocina. Observa cómo su hijo de cuatro años se respinga para no perderse el juego de las moscas. En la mesa de formica, el frutero parece un “cuerno de la abundancia” raquítico. Sobre el único melocotón, dos moscas copulan.
Al trasluz se ven planas, como sombras chinas, como cuando de pequeña, Victoria jugaba a proyectar sus manos sobre la pared, formando animales, palmeras y la “v” de Victoria. Recuerda también otra sombra, una silueta familiar, enloquecida… Y se siente pequeña, insignificante como una mosca.
Las moscas se separan. El macho, ruidoso, zumba alrededor del melocotón. La hembra se frota los ojos con las patas.
—Mira, mami, ahora juegan al escondite.

Petra Acero (08/09/2012)




Con este relato participo este mes en "Esta noche te cuento" (2º Certamen de relato corto). El tema de septiembre es "como fruta madura". Espero que os guste. Aquí podéis leer buenos relatos y encontrar a buenos amigos..

5 de septiembre de 2012

El artista


Llora, ríe, saca la lengua simulando estar loco. ¡Cuánto teatro! 
Le aplaudo y... ¡me siento artista!

Petra Acero (05/09/2012)

3 de septiembre de 2012

Otra Ilustración Ecologista




En esta ilustración he tratado de plasmar la fuerza del relato. La tremenda decisión de incendiar para purificar. "Finalmente nos adaptaremos, como las ratas". Espero que la imagen os resulte tan impactante como el micro “Entrevista con el pirómano” de Ana Blanco, que hoy publica Luisa Hurtado en Microrrelatos al por mayor (podéis leerlo cliqueando sobre la ilustración). 


Petra acero (03/09/2012) 
Amparo Martínez Alonso

1 de septiembre de 2012

Agosto ecologista

 



En agosto ha hecho mucho calor... Hemos estado de vacacciones, tratando de descansar y disfrutar con la familia, los amigos... por eso, por pensar en los amigos, de una u otra forma, todos hemos estado pendientes de los blogs. Así, cada lunes de agosto, como en cualquier mes del año, Luisa Hurtado nos ha recordado que todo pende de un hilo, que el equilibrio de nuestro planeta es sumamente delicado y que ni en vacaciones podemos dejarlo "desconectado".
Estas tres viñetas han servido para ilustrar sendos relatos, en un agosto tórrido y trístemente rico en incendios.

Gracias a los escritores:
Sergio Cossa, que con  su relato "La Máquina", me motivó a buscar el eslabón perdido, el homínido a partir del cual el ser resultante se convirtió en un exterminador del medio y de sus propios congéneres.

Xavier Blanco, cuyas palabras dirigieron mi rotulador, mientras los lápices de colores saltaban de su estuche, pues todos querían dibujar lo que guardaban esos libros de los que Xavier habla. Así iba apareciendo sobre el papel una luz amarillenta, que ambientaba el recuerdo de biblioteca o museo… Y me sorprendía el vuelo de una mariposa, mientras las hojas de papel envejecido comenzaban a germinar, tratando de emular la atmósfera tan bien reflejada en su micro: “Los últimos del bosque”.

Luisa Hurtado y su nano "Ácida", que me envolvió en niebla vespertina, ocultando el multicolor atardecer.

(Podéis leer los micros cliqueando sobre cada imagen)

Amparo Martínez Alonso (01/09/2012)