El azul marino desborda de amor mis pupilas verdes. Hoy, gota a gota, me lleno de esperanza.
Ayer, desde lo alto del faro me creía poderosa. El mar nos respetaba, estaba a nuestros pies. Mi vida discurría como una fácil adivinanza:
—Por el día azul y por la noche todo luz. ¿Qué es?
—El faro —contestaba yo.
—No, tonta: ¡el mar! —me corregía, orgulloso, mi hermano Juan.
Juanito era dos años mayor que yo, y había heredado el ojo de la suerte de nuestra familia: el ojo azul. Siempre el izquierdo. El derecho podía ser verde (como los dos míos) o gris (como los de la abuela) o color miel (como los de mamá). Pues nunca, una mujer había tenido el ojo de la suerte familiar. Solo los hombres, solo los fareros tenían un ojo azul marino.
Contaban que el ojo de la suerte tenía el color del mar porque conocía sus secretos. Por eso cuando, aquella noche, Juan no adivinó la fatídica jugada que ahogó a siete pescadores, la suerte huyó de mi familia.
Hoy, con mi hija recién nacida, mecida entre mis brazos, lloro contemplando su ojo izquierdo: azul marino… Y espero, con ansiedad, que abra el otro.
Con este micro participo en Esta noche te cuento (2º Certamen de relato corto). Puedes leerlos aquí. El tema este mes de agosto es "Azul marino"
Amparo Martínez Alonso
Petra Acero (21/08/2012)
Muchas gracias al jurado.
Fantástico, voy para el blog a comentar.
ResponderEliminarYolanda, ya tenía ganas de "veros". Me encantó tu relato homenaje.
EliminarUn besazoo
Anda que no eres listas.
ResponderEliminarLos dos ojos verdes para ti, claro, claro... si, y 90-60-90, claro, claro...
Besos.
Toro, siempre me haces reir (aunque aciertes en todo, como en esta ocasión:)
EliminarBesoooooos torridos (de calor, de casi 40º)
¡Has vuelto con ojos verdes! y nos cuentas un cuento de ojos de la suerte azules como el mar. Lo acabo de leer allí y destaco tu original forma de contar un drama. Has volteado el texto y realizas un juego muy bello con los colores.
ResponderEliminarFelicidades por el micro Petra y ¡mucha suerte!.
Hola, Laura!
EliminarTengo que ponerme al día, ¡en eso estoy! Pero encantada de volver a veros en azul, en verde, en rojo...
He leído el tuyo, y es como tú: generoso, tierno, gratificante.
Besoooo largo, que llegue a tu hogar.
Me gusta mucho el final, que "transgrede" la norma del ojo izquierdo azul solo para los hombres. También que dejes en el aire el color del ojo derecho... un micro que no "termina" cuando lo lees. Diálogos de por medio (marca de la casa), lo que hace que nos acerquemos a los personajes y los veamos como personas, y un buen juego de dualidades repartido por el micro: azul-no azul, varón-hembra, suerte-desgracia...
ResponderEliminarPor otra parte, me ha recordado a David Bowie, aunque creo que su ojo azul era el derecho (descartado como farero).
Un beso.
Fran, volvemos a "echarnos a la cara", o sea a vernos: me encanta.
EliminarHe leído el tuyo y no voy a repetir lo que ya te he comentado porque era muy bueno y va a parecer que te hago la pelota :)
Un besazoooo demasiado caluroso (36ºC)
Me repito aquí:
ResponderEliminarUn relato contado al revés que nos lleva a comprender el don masculino familiar y el giro final, con esa esperanza de que la hija se incorpore al mundo de los fareros. Bonita historia y tristemente azul.
Ximens, don Javier, un placer verle.
EliminarEste verano (que todavía sigue y muy caliente) he leído cosas muy buenas suyas, y por allí dejé mis comentarios. Seguro que le "traerán cola"... (léase buenoas noticias y resultados).
Besooos
¡Jo, qué bonito! Y muy sugerente, Petra.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Virgi. Me encanta verte por aquí.
EliminarUn besooooo grande
Me ha encantado el relato. Bien llevado y con afán de igualdad ¡faltaría mas!
ResponderEliminarEl juego con los colores es brillante.
Besos!
Gracias, Paloma. Todas las discriminaciones son malas, aunque sean reducidas a un pequeño grupo. Por eso cualquier atisbo de esperanza es siempre esperado con ansiedad.
EliminarMe alegra que te haya gustado.
Besoooos
me gusta tu relato porque tiene todos los ingredientes para que me guste: faro, mar, ojos, la mala y buena suerte y la voracidad del mar.
ResponderEliminar¿sabes? seguro que no fue ese ojo azul marino de tu hermando el que erró, lo que ocurre es que el mar a veces es una mala harpía y esconde su furor detrás de un rayo de luna. Traidor. Me gusta que ese ojo se salte una generación.
y mil besos para ti, que me sorprendes siempre.
Ángela (ahora te imagino sonriendo, como en tu foto) eres encantadora, y tus comentarios resultan originales y poéticos, ¿qué más puedo pedir yo?
EliminarMuchas gracias por asomar tu carita por aquí.
Besooooos todavía tórridos:)
Lo malo y lo bueno de llegar tan tarde es que está casi todo dicho, Petra y por ello voy a aprovecharme.
ResponderEliminarSuscribo, entusiastamente, los comentarios de Fran y de Ximens.
Un pieza fantástica.
Gran abrazo,
Pedro, está resultando un mes muy creativo este agosto: estoy leyendo cosas muy buenas. Y eso me gusta. Los blogs cada vez son más ricos, y los amigos crecen.
EliminarMe encanta verte, y de nuevo FELICIDADES totalmente merecidas para ti.
Besooooo
Petra Acero:
ResponderEliminarYa comenté en el otro blog.
Aquí repito mis deseos de buena fortuna, pues el texto lo amerita.
Un gran abrazo.
Arturo, he leído tu comentario en "Este noche te cuento", y como señalas ahí , la creencia del ojo de la suerte está muy extendida, sobre todo en Turquía. En julio, mi hermano estuvo en Estambul y le trajo un ojo azul de la suerte a mi madre... Yo no lo he visto, pero ella me lo comentó por teléfono (como siempre). Creo que el cerebro, y sobre todo el subsconciente, no dejan de funcionar... aunque pensemos que las musas nos van dictando...
EliminarMuchas gracias por acompañarme en los dos blogs.
Un besooooo grande para ti.
Y finalmente llegó la niña... Y quedan abiertas las posibilidades sobre el otro ojo y qué sucederá con la familia ahora que es mujer la que lleva el ojo de la suerte. Muy original, Petra! Beso grande!
ResponderEliminar¿Por qué no va a cambiar la suerte? No debemos perder la esperanza... A veces, las cosas van a mejor. Un canto a la igualdad, a la esperanza.
EliminarBesosssss, Sandra.
Un placer verte.
Hola Petra, parece ser que el ojo de la suerte no era tal, que nada tema la protagonista por su hija, será preciosa, seguro.
ResponderEliminarQue tengas suerte. Un beso
La suerte, la suerte... Tal vez sea mejor así, ¿no? A lo mejor la suerte cambia favoreciendo a las mujeres de la familia, o no...
EliminarPero sea como fuere, yo me la imagino preciosa, como todas las niñas, ¡claro que sí!
Un besoooo grande, viajero (tengo que leer despacio ese viaje a Luanda)
Las bendiciones pueden ser trágicas. Me gusta con que originalidad has tomado lo del azul marino, mezclando una historia de hermanos con leyendas, suerte, mar y maldiciones. Y vuelta a empezar..o no. Muy bueno, Petra.
ResponderEliminarEstá dando buenos frutos el mes de Esta Noche te Cuento. Yo no me he lanzado todavía. Veré si lo hago.
Un beso.
Si lo haces, no me lo perderé, y todos saldremos ganando. Esta Noche te Cuento se ha convertido en compartir más que en competir, y me gusta, me gusta mucho.
EliminarBesoooos nocturnos, que son un poco más fresquitos...
Muy bueno, Petra, como nos tienes aconstumbrados.
ResponderEliminarSencillo, delicado, y toda una historia en pocas palabras.
Felicidades, amiga!!
Un beso.
Fernando, qué alegría verte.
EliminarGracias por tus palabras. Aunque para hablar de palabras, usarlas y rimarlas, para eso conozco a un cuentista-poeta mejor...
Un besoooo enorme, tremendo cuentista. ¿Cómo va ese libro?
Hola Petra, has vuelto con todo, muy bueno este ojo azul, me daré una vuelta por "Esta noche te cuento" para ver el ambiente.
ResponderEliminarMe gustó lo de tus ojos verdes, (son como los míos)espero el desafío.
Un fuerte abrazo amiga.
Gracias, Moli.
EliminarEl desafío está... ¡lanzado el guante!
Esta vez, creo que va ser muy interesante.
Te espero, Luis.
inquietante...que hay en el otro ojo?
ResponderEliminarAkaki, siempre tan curiosoooo.
EliminarVoy a buscarte; que ya sabes que me resultas muy dificil sin dibujitooooo
Mira en "A doble o nada", hay sorpresa calentita.
Besooooos
Buen azul marino, con el misterio de las leyendas y un amuleto de la suerte.Yo también participo hoy allí, pero con el nivel de algunos relatos es difícil. Besos
ResponderEliminarEso sí, sería la primera hembra con ojo de la suerte. Muy original tu historia, Petra-Amparo. Yo este mes no participo, ya veremos el que viene.
ResponderEliminarOtro, éste de recién llegao.