Soy como la PIEDRA: firme y resistente,... pero me deshago en ensoñaciones, y ¡me agrieto por contarlas!, por ayudarlas a escapar, a escurrirse como el ACERO fundido; relatando, en su huida, vidas inventadas y verdaderas mentiras.
Bravo,Petra. Fantástico y fantasioso, me gusta. Relato totalmente dialogado, muy dinámico y "fresco". Manejas muy bien los diálogos en tus micros. Un beso.
un relato precioso, muy tierno niña, me has tenido con la cara boba todo el rato. Espero que al final ese tierno animalillo con alitas y fuego se coma toda su comida, aunque la comida también me inspira ternura: pobres vaquitas...
Mira tú por donde, encuentro un blog que llena de vida la imaginación, que me arrastra al agua, a pesar de no saber nadar, me dejo llevar encantada, un lugar, un sitio, un estado, un de agradecer que vivo en la misma época que tú, sonrío. La vida es más que bella, se lee... Abrazo. Lines
Lines, además de sorprenderme gratamente, me ha encantado tu prosa. Yo tampoco sé nadar... Tal vez, ese sentimiento de saberte rodeada por una fuerza que te encauza, te predispone a dejarte llevar sin querer perderte nada, disfrutando de lo que te rodea mientras pasas a formar parte de ella. No sé... A mi me gusta la vida, y me ha gustado tu texto. Me encatá tenerte "a la vista".
Gracias por visitar mi blog, eso lo primero. Lo segundo decirte que ya me cuentas entre tus seguidores. Te dejé un comentario allí porque el cuento es una maravilla. Un abrazo y suerte, aunque no la necesitas...Ah! una curiosidad:¡Somos compañeras de concurso!
Gracias, Paloma. Me has dejado, ya, pensando en lo de compañeras... De la universidad? De pintura, de escritura? Soy bastante despistada para los nombres, pero lo averiguaremos...
Ximo, no te puedes imaginar el vuelco que me ha dado el corazón al ver "Ampa". Tú sí que me has producido una sonrisa final... (es como me llaman en casa).
Sara, no haberte molestado... Muchísimas gracias (has ido de un lado al otro). Que sepas, aunque ya te lo habrán dicho muchas veces, que eres encantadora: siempre con tus palábras de ánimo.
Laura, acabo de leer tu comentario en "Esta noche te cuento" y me ha encantado. Ahora solo me tiene que contar quién es el chiquitín que te tiene de contacuentos...
Pues de allí vengo ahora (a los dragones nos gusta trasnochar) y me lo apunto para contárselo a mi peque. Cuando no me quiera comer más de dos vacas se lo explico. Bonita imagen. Me lo estoy imaginando en viñetas. ¡Se busca ilustrador!
Gracias, Xesc. Me alegra que tenga utilidad el cuento:). Yo también me lo imagino en dibujos animados. Desde el principio los vi así. Por eso salió lo que salió... el gruñido final de la abuela para demostrar su enfado.
¡Un micro fantástico, mi querida Petra, en el sentido más amplio del término!
Construído exclusivamente en diálogo no acotado, amalgamas con tanta maestría las voces que consigues que la respiración narrativa de la pieza se sostenga de principio a fin, en el tono ajustado a la sensibiliad de la historia.
Por lo demás, el fondo de la historia nos evoca -irremediablemente- nuestra infancia y aquellos deseos de ser caballeros, princesas, dragones, hadas o brujos.
Pedro, muchas graciasísimasss. Nunca te he dicho que tus comentarios son muy "educativos", muy "formativos", que te leo hasta en los comentarios a los demás... porque eres un libro abierto (en toda la concepción de la frase)y me gusta tu mensaje y tu prosa. Digo: "Vamos a ver la lección de hoy de Pedro", y leo tus comentarios. Pero siempre lo hago después de comentar yo, porque sino me dejas sin palabras...
Te vengo leyendo en diferentes temas y en todos encuentro algo que ni en las aulas, ni en la experiencia se aprende. De allí deduzco que debes tener un corazón inmenso, porque hace falta más que talento para escribir con todo el amor como tú sabes hacerlo. ¡Saludos!
Me pongo roja cuando siento vergüenza, pero no me callo de vergüenza si acaso tengo que denunciar una injusticia o pedir “perdón”: me parezco a ti, como ves. Muchas gracias por tus palabras. Trato de hacer lo que he visto en mi familia... Aunque cada día nos lo ponemos más dificil: cada vez cerramos más puertas al vecino, y confundimos la ternura, la generosidad, la humildad, la honradez... con la simpleza, la falta de orgullo o de personalidad, la mijigatería. ("No soy un genio ni soy idiota") Y en los cuentos puedes hacer, mediante tus personajes, un poco de justicia... o no, según. Bueno, que me extiendo. Me alegra mucho tenerte por aquí, Juan Carlos.
De allí vengo, Petra. Qué gozada has dejado allí. Este mes lo van a tener dificilísimo el jurado. El tuyo aún se lo pone mucho más difícil. Otro abrazo te dejo aquí.
Hola, Miguelángel. Muchas gracias. Me alegra que te haya gustado. Ahora me pasaré por ahí. Necesitaba una sonrisa tierna... Aunque fuera la de una abuela dragona.
Hola Petra, saltando de un blog a otro he conocido el tuyo, he leído varias cosas en él y con el permiso de tu dragón de entrada me quedaré y espero que sea amoroso. Saludos desde Tenerife y te dejo enlace de mi blog por si quieres conocerlo.http://gofioconmiel.blogspot.com.es/
Ya te he dejado un comentario allí. Con tu permiso, me lo guardo para mis minilectores, seguro que les va a encantar porque es precioso. Todavía llevo la sonrisa puesta. Un abrazo
Vengo de leerte, es buenísimo... ¡ Cuéntame un un cuento qué cada día me gusta menos la carne! ¿De dónde sacas tanto tiempo para escribir, participar, comentar y hacer esas cosicas tan buenas, siempre con tu PETRA ACERO?!!!!
Hola Cabopá. Muchas gracias. La verdad es que sí estoy volcada en este mundo lectura-escritura-pintura. En cuanto tengo un hueco: ¡zas! ocupado soñando, creando. ¡Quiero hace tantas cosas...! Lo malo es que si no disfruto o me divierto ya no vale, ... y a veces se me olvida, me exijo demasiado.
Qué buen texto para este mes de junio. Te auguro mucho éxito. ES tierno, fresco, imaginativo y con un diálogo que te atrapa y no de deja descansar hasta ese maravilloso final. Un beso.
Me está usted haciendo viajar mucho..... He pasado por la página de te cuento y le he dejado un comentario. Qué tiranos son los bichos y no digamos los bichos pequeños. Pero ahí están las abuelas. Que sería la alimentación de los nietos sin su pacientes respuestas a las repetititivas cuestiones de los enanos, tengan o no alas. Me quitaría el sombrero, pero este viento me pone de punta los cuatro pelos que sobreviven encima de mi cráneo y encima me puedo constipar y .. no es cuestión. Mis respetos.
Pues vengo de allí y también le contesté (pásese a leerlo, aunque creo que está muy ocupado...). Las abuelas, las abuelas. Yo eché mucho de menos a mi sbuela... Me imagino a usted con nietos, será un abuelo estupendo, seguro. Tendré que verlo, pero igual les consentirá demasiado a sus nietos, y ni les gruñirá ni nada... No, no va a parecer un abuelo-dragón.
Saludos, Mariscal. Y muchas gracias por "pasearse de aquí pallá".
Que bien. Como dominas el diálogo, haces avanzar la trama mediante ellos, sin acotaciones de ningún narrador, sin exposiciones forzadas. Y que sorpresa final, pues a pesar del título explicativo nunca sospeche que quienes hablaban fueran dragones. Me gusta el tono que consigues en las voces, ese hablar a voces de la niña (al inicio, pero que queda en la mente del lector) frente al pausado de la abuela. Venga, nos leemos.
Ximens, un honor tenerte aquí. Me alegran tanto tus palabras... Me alegra que te "sorprendieran los dragones". Esa era mi intención: que la mente del lector dibujara humanos, para que el viento los transformara en dragones. Por eso son tan importante vuestros comentarios, para contrastar opiniones, enjuiciamintos.
Como ya es habitual, nos vas dejando que leamos y que nos parezca que sepamos lo que estamos leyendo.
Nos metemos de lleno en una tierna historia abuela-nieto. De pronto, nos sorprendemos: Es un diálogo entre dragones...! ¿Quién lo hubiera imaginado?. Cuesta adaptarse al nuevo rumbo que ha tomado la narración.
Me pregunto por qué me pasa esto tantas veces con tus relatos...
Sabes que somos tan humanos que no vamos a esperar hasta el final para interpretar la historia que nos narras. Sabes que nos vamos a precipitar en la lectura y juegas con ello. Muy bien jugado, por cierto. ¿El título podía ser una pista? No lo creo. Las abuelas cuentan historias de hadas y dragones. Más bien, pienso que el título también forma parte de tu juego con el lector.
En tus relatos, como en la vida, no hay que precipitarse al juzgar o al interpretar. Dejemos que fluya la historia, leamos con inocencia y mantengamos la mente abierta a lo que nos van a contar.
Amapola, como siempre tan sabia, sacando lecciones, teorías de lo que te rodea, pero sobre todo impartiendo justicia, respetando la libertad ajena. Me gusta que leas mis relatos y me des tu opinión: medida, calculada, equilibrada, estudiada, meditada e interpretada. Deberías cobrarme o yo pagarte, pero prefiere que entres cuando te apetezca, libremente, y opines así, para abrirme los ojos y ayudarme a valorar el porqué de mis escritos y mi intencionalidad. Gracias psicóloga. Tú ya me contarás...
Muy tierno tu cuento, deja buena sabor de boca, y el dibujo es molón. Me gustan los dragones si son, como ése, tan guapos.
ResponderEliminarHola, Luisa. Qué alegría tenerte por aquí, también.
EliminarMuchas gracias.
Un beso.
Bravo,Petra. Fantástico y fantasioso, me gusta.
ResponderEliminarRelato totalmente dialogado, muy dinámico y "fresco". Manejas muy bien los diálogos en tus micros.
Un beso.
Muchas gracias, Fran.
EliminarMe encantan los diálogos infantiles; son tan directos y reveladores...
Un besooo
un relato precioso, muy tierno niña, me has tenido con la cara boba todo el rato.
ResponderEliminarEspero que al final ese tierno animalillo con alitas y fuego se coma toda su comida, aunque la comida también me inspira ternura: pobres vaquitas...
Ja ja ja... Es verdad, que las vaquitas son tiernas... sobre todo si te las comes enteras.
EliminarÁngela, eres un sol.
Beso y abrazooo
Enhorabuena, Petra. Como han dicho por ahí, muy fresco, muy vivo, muy bueno.
ResponderEliminarUn beso.
Necesitaba una sonrisa, y los dragones son unos personajes propensos a ello :)
EliminarGracias, CDG.
Besooo
Mira tú por donde, encuentro un blog que llena de vida la imaginación, que me arrastra al agua, a pesar de no saber nadar, me dejo llevar encantada, un lugar, un sitio, un estado, un de agradecer que vivo en la misma época que tú, sonrío. La vida es más que bella, se lee...
ResponderEliminarAbrazo. Lines
Lines, además de sorprenderme gratamente, me ha encantado tu prosa. Yo tampoco sé nadar... Tal vez, ese sentimiento de saberte rodeada por una fuerza que te encauza, te predispone a dejarte llevar sin querer perderte nada, disfrutando de lo que te rodea mientras pasas a formar parte de ella. No sé... A mi me gusta la vida, y me ha gustado tu texto. Me encatá tenerte "a la vista".
EliminarUn abrazo.
Gracias por visitar mi blog, eso lo primero. Lo segundo decirte que ya me cuentas entre tus seguidores.
ResponderEliminarTe dejé un comentario allí porque el cuento es una maravilla.
Un abrazo y suerte, aunque no la necesitas...Ah! una curiosidad:¡Somos compañeras de concurso!
Gracias, Paloma.
EliminarMe has dejado, ya, pensando en lo de compañeras... De la universidad? De pintura, de escritura? Soy bastante despistada para los nombres, pero lo averiguaremos...
Un besooo
Jo con la niña, cuidadito con ella, ya me la imagino almorzando unas tostadas y un rinoceronte, así como el que no quiere la cosa.
ResponderEliminarMuy buen relato, y más con ese final que invita a la sonrisa.
Un abrazo Ampa :)
Ximo, no te puedes imaginar el vuelco que me ha dado el corazón al ver "Ampa". Tú sí que me has producido una sonrisa final...
Eliminar(es como me llaman en casa).
Un abrazooo fuerte.
Como te dije allí, es un relato encantador. Maravillosa aportación has hecho al concurso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sara, no haberte molestado... Muchísimas gracias (has ido de un lado al otro). Que sepas, aunque ya te lo habrán dicho muchas veces, que eres encantadora: siempre con tus palábras de ánimo.
EliminarUn besooo grande.
No lo he leído y ya me gusta...
ResponderEliminarEso es que me caes bien.
Voy a leerlo.
Besos.
Toro, aveces eres muy manso. Por eso debes de gustar a tanta gente como te sigue: esa dualidad tuya tan encantadora.
EliminarBesooos
Dualidad?
EliminarYo diría multiplicidad.
Somos muchos dentro del mismo cuerpo.
Espérame Petra...que voy hacia allí, comento, vuelvo, comento, te leo, ...¡uy qué lío!. Espérame que lo leo enseguida...
ResponderEliminarUn besito
Laura, acabo de leer tu comentario en "Esta noche te cuento" y me ha encantado. Ahora solo me tiene que contar quién es el chiquitín que te tiene de contacuentos...
EliminarUn besooo
Pues de allí vengo ahora (a los dragones nos gusta trasnochar) y me lo apunto para contárselo a mi peque. Cuando no me quiera comer más de dos vacas se lo explico.
ResponderEliminarBonita imagen. Me lo estoy imaginando en viñetas. ¡Se busca ilustrador!
Abrazos
Gracias, Xesc. Me alegra que tenga utilidad el cuento:). Yo también me lo imagino en dibujos animados. Desde el principio los vi así. Por eso salió lo que salió... el gruñido final de la abuela para demostrar su enfado.
EliminarUn abrazooo
Repito - por aquí- lo que he dicho allí:
ResponderEliminar¡Un micro fantástico, mi querida Petra, en el sentido más amplio del término!
Construído exclusivamente en diálogo no acotado, amalgamas con tanta maestría las voces que consigues que la respiración narrativa de la pieza se sostenga de principio a fin, en el tono ajustado a la sensibiliad de la historia.
Por lo demás, el fondo de la historia nos evoca -irremediablemente- nuestra infancia y aquellos deseos de ser caballeros, princesas, dragones, hadas o brujos.
¡Mi enhorabuena por esta joya!
Pedro, muchas graciasísimasss.
EliminarNunca te he dicho que tus comentarios son muy "educativos", muy "formativos", que te leo hasta en los comentarios a los demás... porque eres un libro abierto (en toda la concepción de la frase)y me gusta tu mensaje y tu prosa. Digo: "Vamos a ver la lección de hoy de Pedro", y leo tus comentarios. Pero siempre lo hago después de comentar yo, porque sino me dejas sin palabras...
Un beso muy grande, profesor.
Escribes muy bien guapa.
ResponderEliminarque disfrutes el fin de semana.
saludos.
Muchas gracias, Ricardo.
EliminarDisfrutar con la familia y amigos... y descansar, durante el fin de semana, eso es una gozada.
Saludos. Ven cuando quieras.
Te vengo leyendo en diferentes temas y en todos encuentro algo que ni en las aulas, ni en la experiencia se aprende. De allí deduzco que debes tener un corazón inmenso, porque hace falta más que talento para escribir con todo el amor como tú sabes hacerlo.
ResponderEliminar¡Saludos!
Me pongo roja cuando siento vergüenza, pero no me callo de vergüenza si acaso tengo que denunciar una injusticia o pedir “perdón”: me parezco a ti, como ves.
EliminarMuchas gracias por tus palabras. Trato de hacer lo que he visto en mi familia...
Aunque cada día nos lo ponemos más dificil: cada vez cerramos más puertas al vecino, y confundimos la ternura, la generosidad, la humildad, la honradez... con la simpleza, la falta de orgullo o de personalidad, la mijigatería. ("No soy un genio ni soy idiota")
Y en los cuentos puedes hacer, mediante tus personajes, un poco de justicia... o no, según.
Bueno, que me extiendo. Me alegra mucho tenerte por aquí, Juan Carlos.
Un beso.
De allí vengo, Petra. Qué gozada has dejado allí. Este mes lo van a tener dificilísimo el jurado. El tuyo aún se lo pone mucho más difícil.
ResponderEliminarOtro abrazo te dejo aquí.
Hola, Miguelángel. Muchas gracias. Me alegra que te haya gustado. Ahora me pasaré por ahí. Necesitaba una sonrisa tierna... Aunque fuera la de una abuela dragona.
EliminarUn beso.
Hola Petra, saltando de un blog a otro he conocido el tuyo, he leído varias cosas en él y con el permiso de tu dragón de entrada me quedaré y espero que sea amoroso. Saludos desde Tenerife y te dejo enlace de mi blog por si quieres conocerlo.http://gofioconmiel.blogspot.com.es/
ResponderEliminarHola, Gloria. Encantada de tenerte por aquí. Claro que te visitaré , a ver si huele a ínsula... Me gusta Tenerife, y tengo familia allí.
EliminarUn abrazo.
De allí vengo todavía con la sonrisa puesta. Seguro este cuento te dará muchas satifacciones.
ResponderEliminarBesitos
Ely, muchas gracias por moverte en los dos blogs... (ahora iré hacia allí). Y me alegro que haya servido para dibujarte una sonrisa.
EliminarBososss
Ya te he dejado un comentario allí. Con tu permiso, me lo guardo para mis minilectores, seguro que les va a encantar porque es precioso. Todavía llevo la sonrisa puesta.
ResponderEliminarUn abrazo
Vengo de leer tu bonito comentario, Nieves.
EliminarGracias otra vez.
Besooo
Muy escueto: un relato "muy tuyo", con esas vocecillas infantiles que tanto te gustan...
ResponderEliminarun saludo
Muy escueto, contrincante,: gracias.
EliminarUn beso, vaquero.
Genial, si hasta podía oirte leyéndolo en voz alta, como en clase
ResponderEliminarGracias, Inma. Es lo que sucede cuando conocemos las voces...
EliminarMe alegra mucho verte por aquí. Te debo visita.
Un besazooo
Vengo de leerte, es buenísimo...
ResponderEliminar¡ Cuéntame un un cuento qué cada día me gusta menos la carne!
¿De dónde sacas tanto tiempo para escribir, participar, comentar y hacer esas cosicas tan buenas, siempre con tu PETRA ACERO?!!!!
Necesito un curso, ya.
Besicos
Hola Cabopá. Muchas gracias. La verdad es que sí estoy volcada en este mundo lectura-escritura-pintura. En cuanto tengo un hueco: ¡zas! ocupado soñando, creando. ¡Quiero hace tantas cosas...! Lo malo es que si no disfruto o me divierto ya no vale, ... y a veces se me olvida, me exijo demasiado.
EliminarUn besooo grande.
Qué buen texto para este mes de junio. Te auguro mucho éxito. ES tierno, fresco, imaginativo y con un diálogo que te atrapa y no de deja descansar hasta ese maravilloso final. Un beso.
ResponderEliminarHola, Mar. Muchas gracias. Es que los dragones son animalitos tan tiernos... Como el de la ilustración.
EliminarUn besooo
Me está usted haciendo viajar mucho..... He pasado por la página de te cuento y le he dejado un comentario.
ResponderEliminarQué tiranos son los bichos y no digamos los bichos pequeños. Pero ahí están las abuelas. Que sería la alimentación de los nietos sin su pacientes respuestas a las repetititivas cuestiones de los enanos, tengan o no alas.
Me quitaría el sombrero, pero este viento me pone de punta los cuatro pelos que sobreviven encima de mi cráneo y encima me puedo constipar y .. no es cuestión.
Mis respetos.
Pues vengo de allí y también le contesté (pásese a leerlo, aunque creo que está muy ocupado...).
EliminarLas abuelas, las abuelas. Yo eché mucho de menos a mi sbuela...
Me imagino a usted con nietos, será un abuelo estupendo, seguro. Tendré que verlo, pero igual les consentirá demasiado a sus nietos, y ni les gruñirá ni nada... No, no va a parecer un abuelo-dragón.
Saludos, Mariscal.
Y muchas gracias por "pasearse de aquí pallá".
Lo dicho allí:
ResponderEliminarQue bien. Como dominas el diálogo, haces avanzar la trama mediante ellos, sin acotaciones de ningún narrador, sin exposiciones forzadas. Y que sorpresa final, pues a pesar del título explicativo nunca sospeche que quienes hablaban fueran dragones. Me gusta el tono que consigues en las voces, ese hablar a voces de la niña (al inicio, pero que queda en la mente del lector) frente al pausado de la abuela. Venga, nos leemos.
Ximens, un honor tenerte aquí.
EliminarMe alegran tanto tus palabras... Me alegra que te "sorprendieran los dragones". Esa era mi intención: que la mente del lector dibujara humanos, para que el viento los transformara en dragones.
Por eso son tan importante vuestros comentarios, para contrastar opiniones, enjuiciamintos.
Un abrazo y gracias.
Como ya es habitual, nos vas dejando que leamos y que nos parezca que sepamos lo que estamos leyendo.
ResponderEliminarNos metemos de lleno en una tierna historia abuela-nieto. De pronto, nos sorprendemos: Es un diálogo entre dragones...! ¿Quién lo hubiera imaginado?. Cuesta adaptarse al nuevo rumbo que ha tomado la narración.
Me pregunto por qué me pasa esto tantas veces con tus relatos...
Sabes que somos tan humanos que no vamos a esperar hasta el final para interpretar la historia que nos narras. Sabes que nos vamos a precipitar en la lectura y juegas con ello. Muy bien jugado, por cierto.
¿El título podía ser una pista? No lo creo. Las abuelas cuentan historias de hadas y dragones. Más bien, pienso que el título también forma parte de tu juego con el lector.
En tus relatos, como en la vida, no hay que precipitarse al juzgar o al interpretar. Dejemos que fluya la historia, leamos con inocencia y mantengamos la mente abierta a lo que nos van a contar.
Amapola, como siempre tan sabia, sacando lecciones, teorías de lo que te rodea, pero sobre todo impartiendo justicia, respetando la libertad ajena.
EliminarMe gusta que leas mis relatos y me des tu opinión: medida, calculada, equilibrada, estudiada, meditada e interpretada. Deberías cobrarme o yo pagarte, pero prefiere que entres cuando te apetezca, libremente, y opines así, para abrirme los ojos y ayudarme a valorar el porqué de mis escritos y mi intencionalidad.
Gracias psicóloga.
Tú ya me contarás...
Un beso y un abrazooo de psicólogo