Piedra y Acero

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Soy como la PIEDRA: firme y resistente,... pero me deshago en ensoñaciones, y ¡me agrieto por contarlas!, por ayudarlas a escapar, a escurrirse como el ACERO fundido; relatando, en su huida, vidas inventadas y verdaderas mentiras.

17 de abril de 2012

La condesa Lucanora


Una tarde, estando la condesa Lucanora paseando a caballo junto a su consejera Patronia, le dijo sin preámbulo alguno: 
—Como siempre me habéis aconsejado bien, Patronia, permitid que escuche de vuestros labios, lo que mi corazón anhela. 
La condesa, deteniendo la marcha de su cabalgadura, mas sin soltar las riendas, expúsole: 
—Patronia, bien conocéis mi gusto por la caza, mas algunos me dicen que es cosa buena y otros me reprochan ocupación tan primitiva. Espero vuestro consejo que aplaque mis dudas.
—Señora condesa, respondió Patronia, me gustaría que escuchaseis lo que tuvo lugar en una aldea de Castilla, no muy lejos de dónde ahora nos hallamos.
La condesa díjole que narrase lo acontecido.

—Señora, hubo hace un tiempo, un panadero que vivía feliz junto a sus dos hijas. Mas al acercarse el tiempo de casarlas, la incertidumbre le asaltó, pues eran tan distintas como el aceite y el agua. La mayoría de los jóvenes casaderos rondaban a Blanca, así se llamaba la hija pequeña del angustiado panadero. Blanca, como una gota de agua, era bella, deslumbrante y cortés en el trato. Mientras que Lucía, su hija mayor, era como una gota de aceite: bajita y entrada en carnes; pasaba las horas refugiada entre la harina y el horno. 
Una mañana, hallándose las dos hermanas en la tahona, llegó un joven noble y prendose de Blanca nada más verla. Ésta, notando que los ojos del rico caballero no se separaban de ella, se pavoneaba dando órdenes a diestro y siniestro; mientras su hermana mayor trabajaba y atendía a la numerosa clientela con movimientos rápidos, dulces y cálidos: sonriendo a todos por igual. 
A los pocos días, el panadero recibió una invitación para asistir al baile que el joven noble celebraba en su castillo, solicitando encarecidamente la presencia de su bella hija. Cuando el panadero atravesó el lujoso salón acompañado por Blanca, todos los presentes elogiaron la belleza de la joven, y el acierto del noble en su elección. Mas el desconcertado joven, no daba crédito al equívoco causado. Él no esperaba a la bella “gota de agua”, muy al contrario, deseaba, con anhelo, volver a sentir la ternura de Lucía; contemplar los dulces ojos y la sonrisa acogedora de la “gota de aceite”. 

Mi señora condesa —continuó hablando Patronia—, las preferencias y prioridades de unos, son secundarias para otros. Vos, con vuestro cultivado criterio, no necesitáis de tan humilde consejo, mas al contrario, guiaos por el vuestro sin dejaos influir por terceros, pues a todos no se puede contentar. Y recuerde, mi señora, que solo las acciones que creemos correctas nos llenan de paz y alegría. 
Comprendiendo, la condesa, que el consejo era bueno, hízolo escribir en este libro y rogó a Dios le iluminara en sus decisiones 

Y la historia de este ejemplo es la siguiente: 
Si entre dos acciones débese elegir, 
escójase la que os haga mejor persona y más feliz. 

Seguro que si don Juan Manuel (1282-1348) leyera este blog (tras extrañarse de cómo ha cambiado el mundo hasta el 17 de abril de 2012), sonreiría al descubrir una imitadora de su forma de narrar. Y quién sabe si alguna exclamación como “Gracias a Dios que no se ha perdido el buen sentir en el siglo XXI”, u otra similar saldría de su boca. ¡NUNCA SE SABE!

(Petra Acero. 17/04/2012)

29 comentarios:

  1. Un relato muy correcto: bien escrito, bien contado, bien exprimido, con un cuento curioso y con moraleja y todo.
    Cuando empecé a leerlo creía que se trataba de un amor imposible entre dos mujeres(ya sabes, el querer siempre ser más listo que quien lo ha escrito...), el próximo será así?jeje

    un saludo!

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    1. Gracias, Akaki.
      Viniendo de ti es un gran cumplido.
      La verdad es que tiene su complicación tratar de imitar un relato como los cuentos del Conde Lucanor: su lenguaje, la mentalidad cristianizante del s. XIV, la moraleja en pareado,... Demasiados corsés para disfrutar escribiendo. Pero me apetecía hacer algo distinto.

      Me alegra que te haya gustado y lo valores positivamente (con lo raro que eres...).
      Saludos, vaquero.

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  2. No cabe duda que a D. Juan Manuel le gustaría esta versión femenina de su obra.
    Al igual que él, ha sabido reflejar esa intención didáctica y moralizante en este relato. Así que haremos caso al pareado final y nuestra acciones irán dirigidas a conseguir esas dos metas (tarea difícil)
    Ha elegido un tema controvertido por su actualidad. ¡Cuidado con los riesgos que conlleva la caza!.

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    1. Gallinita, eres un bicho (me permitas tutearte, ¿no?)
      ¡Estás en todo!
      A mí, el tema de actualidad ni se me había pasado por la cabeza: "Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia".

      Gracias por acercarte al blog. Me alegra tu comentario.
      Saludos, Gallinita.

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  3. Hola Petra, la verdad es que todavía no he leído el relato, pero me apetecía saludarte........................................
    Tranquila que pienso leerlo, además la temática se presente apasionante y el comentario de la tal "Gallinita" invita a su lectura

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    1. Hola.
      Gracias, saludos también para ti.
      Sí, léelo. Creo que es interesante el ejercicio que he realizado: curioso, diferente...

      Saludos, Orbea.

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    2. Me parece que el relato está perfectamente estructurado, maravillosamente expuesto, divinamente encajado, placentera y donosa su lectura, en ella me perdí. Los cortitos como yo nos perdemos ( ya me gustaría ese perderse... ), se comienza en la caza ( ¿ tiene que ir o no de caza ? ) y se elige mas a lo útil que a lo bello, ¿ es para el trabajo o para el disfrute ?. Me quedo en la autora. Saludos desde mi plat-onismo.

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    3. ¡Plat-ónico! ¡Qué alegría!... Te echaba de menos.
      Mucho tiempo de "picos pardos", creo yo.

      ¿Sabes? Me parece demasiado estupenda tu crítica literaria... No sé si creérmela.
      Muy metafórico tu comentario, pero totalmente real, como la vida misma.

      Saludos y gracias por "pasarte" por aquí.

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  4. Me ha gustado y me ha sorprendido el estilo. Si de algo no se puede acusar a Petra Acero es de encasillarse. Como los buenos actores, sabe acoplarse a cualquier formato. Al leerlo resulta fácil imaginar la escena, ponerse en situación, y eso sólo puede ser porque está bien escrito. La moraleja del relato demuestra sabiduría, y lo mejor es que sirve para todos y para todo.
    Prosigue con tu arte, Petra, si eso es lo que te hace feliz.

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  5. Ya sabes que Amapola te da una de cal y otra de arena.
    Ahora te digo lo que es subsanable:
    1º. Donde dice "deslúmbrate" debería decir "deslumbrante".
    2º Todo lo demás está perfecto.

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    1. Amapola, me alegro de que esos tonos rojos tuyos aparezcan por fin.
      Y aún me alegro más de que solo hayas encontrado ese trastoque en un verbo, entre tanto castellano antiguo y lío de tiempos verbales en los que me he embarcado.

      Un relato diferente, para que los lectores no penséis que, aquí, está todo dicho. Hasta el siglo XIV puede ser una fuente de inspiración o de reto.
      Me alegro que ta haya gustado.

      Saludos, flor llamativa.
      Espero que "las fuerzas te acompañen" por mucho tiempo...

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  6. Ejercicio interesante aunque forzado. ¿Era necesario lo del agua y el aceite? reo que habría que haber buscado otra contraposición. ¿El agua: bella, deslumbrante, cortés?. Por lo demás: ejercicio bien resuelto entre los parámetros elegidos. Un aparte: temas de actualidad (¿rabiosa?), sin pretenderlo: género, actualidad. ¿es la mujer la que sale de caza?, no se tratará de elefantes.
    Casi nada lo de Groucho Marx del final, nada más y nada menos que la eterna cuestión... y luego está la felicidad: Ay la felicidad, si la vieran ustedes...
    En este momento tengo una deliciosa sensación y me siento feliz en el instante: me pesan dulcemente los párpados: me retiro a mis aposentos. Mañana será otro día y puede que con algún instante feliz.

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    1. Mariscal, Mariscal. ¡Los cuentos y las fábulas! ¿Qué puedo contarle de sus comparaciones, personalizaciones, contraposiciones y exageraciones que usted no sepa ni haya utilizado para llamar la atención, diferenciar, resaltar y hacer funcionar la mente de los espectadores o lectores.
      Un buen "cuentacuentos"... "Gota de aceite" o "gota de agua". En la mente de cada uno, nada más escucharlo o leerlo se dibujan dos personalidades diferentes... (¡vete a saber cuál nos gusta más!, pero ahí están: cada una buena, cada una distinta).
      Bueno, que no me enrollo. Que en el "enxiemplo" de la condesa Lucanora, creo que si no era necesario, sí enriquecedor para el fin de la comparativa del cuento "enxiemplizante".

      Un saludo, don Melanio.
      Le exhorto que sea feliz, hoy y mañana y a la semana que viene...

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  7. Volviendo a lo de las gotas: ¿la de aceite es la "mayor" porque se extiende siempre por encima de la de agua y la esconde (bueno, quizá la protege) o porque se queda con el príncipe?
    P.D.: creo que los términos de la cuestión pudieran ser ordenados de diferente manera...
    Me inclino ante vos y rozo el suelo tres veces con la pluma de mi sombrero.
    Moraleja: entre usted y yo el suelo ha quedado sin polvo.

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    1. ¡Me encanta tanto ingenio! Es lo bueno de este blog: los comentarios de los blogueros.
      Imagino la escena del sombrero... Recuerdo el color de sus plumas, siempre me han gustado las plumas de faisán, adornando el paño reverdecido de campo, entre claros bosques y caminos amarillentos de polvo limpio.
      Entre vos y yo, el camino siempre ha estado "limpio" aunque no lo hayamos disfrutado en demasía. Me tranquiliza conocer el sendero de vuestra mansión...

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  8. Me ha gustado tu relato tienes razon, cada uno tiene que hacer lo que le haga feliz. Yo personalmente pienso que la vida es muy corta y que hay que aprovechar el tiempo que tenemos siendo nosotros mismos. Felicidades por tu blog, ire leyendo tus relatos poco a poco. Un saludo

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    1. Hola, José Ángel.
      Encantada de tenerte entre nosotros. espero que podamos seguir "hablando".
      Trato que mis relatos digan algo. Pero solo es posible gracias a los que estáis ahí.
      ¡BIENVENIDO!... Y gracias por tu comentario.

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  9. Hola,
    Me gusto tu cuento. En cierta manera me trajo recuerdos de los cuentos que leia de nina, imaginando una mandolina de fondo.

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    1. Hola, Adriana.
      Me alegra que te recuerde los cuentos de niña. Algo así me sucede a mí.
      Me apetecía realizar algún experimento "lioso" cono este. Salir de la normalidad del siglo XXI.
      Encantada de poder compartir mis relatos contigo. Espero que nos acompañes a menudo.

      Saludos.

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  10. TU RELATO ME HIZO PENSAR.
    TOME UNA DECISION,SEGUIR A PETRA ACERO Y SUS MORALEJAS

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    1. Me parece estupendo que una abeja, siga mis moralejas (valga el pareado). Tal vez la moraleja me la inspiró una abeja... o mi apicultora preferida.
      Que así sea. Siempre podrás ser más feliz, pero ¿aún mejor persona?...

      Un Saludo

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  11. Hola Petra! Los medios de comunicación han hecho que me acuerde de usted. Hoy no oímos otro nombre que no sea el de PETRA. Ya sabe, esa borrasca o ciclogénesis que afecta a gran parte de España. Y al oír que ese nombre lo recibía por ser contundente, activa, tenaz... pues claro, lo he relacionado rápidamente y he pensado qué bien le va.
    Espero que usted siga "activa" más tiempo que la borrasca , pero que sea menos debastadora que ella.
    Por cierto, un saludo a "apicultora". Seguro que si tiene esa capacidad de trabajo y sacrificio que caracteriza a las abejas, conseguirá todas las metas que se proponga.
    Buen día para todos, aunque sea movidito climatológicamente hablando

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    1. Hola, Gallinita.
      Pues esta mañana me he despertado oyendo mi nombre en la radio y se me ha desdibujado la sonrisa. La borrasca "Petra" o ciclogénesis, que no tengo ni idea de qué será, pero que suena a una maldad de la naturaleza, peor que borrasca. De todas formas, cuando les ponen nombrea un fenómeno atmosférico, siempre "huele mal". Esperemos que pase sin pena ni gloria, lo contrario que les deseo a mis relatos... (¡estoy contigo!):)
      Muchas gracias por tus palabras, Gallinita.

      Un saludo.

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  12. Muy calladita está la autora. Ya hace días que no nos sorprende con un nuevo relato ¿Acaso se le ha agotado la imaginación? ¿o será que la ciclogénesis la ha llevado a nuevos mundos en los que está trabajando afanosamente? A la espera estamos sus lectores, impacientes a la par que pendientes.

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    1. Pues su queja le ha quedado un pareado muy cariñoso, Amapola...
      Enseguida, enseguida... Pero un relato por semana no les está estresando un poco... a todos ustedes???

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  13. ¡Qué recuerdos el Conde Lucanor y Patronio! Regreso a mis 14 años. Muy bien traído el relato.
    Sigo de paseo por tu casa...
    Salu2.
    Javier.

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    1. A mi también me recuerda tiempos de colegio.
      Me pareció buena idea "reinventarlo", siguiendo sus pautas. Un ejercicio divertido y ... un poco complicado por la retórica, el cuento dentro del cuento, la enseñanza, el pareado final... Bueno, meterme en historias distintas, me gusta. Como verás me embarco en formatos distintos: probar, atreverme, innovar,... aunque me equivoque.

      Gracias por ojear en esta cantera. La piedra y el acero siempre a tu disposición.
      Un beso.

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    2. Sabes, lo primero que hice de teatro con catorce añitos, fue una adaptación que Alejandro Casona hizo de El Mancebo que casó con mujer brava, del Don Juan Manuel. Cerraba en entremés con una moraleja que decía así:
      "Si al principio no muetras quién eres,
      nunca podrás después cuando quisieres."
      Salu2.

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    3. Hay cosas que no se olvidan... ¡La época juvenil!, con nuestros descubrimientos de "mayores", nuestros gustos actuales despuntando, nuestras inclinaciones, y los primeros pasos en nuestro futuro...
      "Si al pricipio no muestras quién eres,
      nunca podrás después cuando quieres".

      Me gusta, y cuánta razón lleva.
      Aunque, hoy en día,vamos cada vez más "disfrazados" por la vida.

      Un beso a cara descubierta.

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