Ilustración de Emma Jimeno
Al crecer, el abuelo volvió entre rejas. Casi todos vuelven... Yo esperaba ocupar su lugar algún día, pero cuando aquellas mujeres eligieron al enano orejudo, el abuelo masculló una sentencia con mi edad.
A veces, saco la cabeza entre los barrotes de la jaula y babeo pensando en esa isla maravillosa, en sus mujeres que acarician…, mientras el halo de la linterna recorre la perrera −cegando mis esperanzas− en busca de algún cachorro.
Amparo Martínez Alonso (21/05/2014)
En mayo, Esta Noche te Cuento, versa sobre "...En la isla de las mujeres". Tema que induce a fantasear, a enarbolar banderas, a describir virtudes o mezquindades... Una isla, un recuerdo, una ilusión da para mucho..., casi para llenar una vida.
Los procesos de selección nunca han sido demasiado justos con casi nadie, y claro, tu relato, pese a que la ficción puede con todo, no iba a ser una excepción.
ResponderEliminarBuen relato Amparo. Te deseo mucha suerte.
Saludos.
Es así y es una pena... con lo guapos que son todos, es tan difícil elegir.
ResponderEliminarUn abrazo.
No te achiques. Es su gusto pero no el de todos. Sigue para adelante.
ResponderEliminarSaludos
Me gusta, me gusta.
ResponderEliminarUn beso.
Sin duda la propuesta más original de las que he leído. Espero que el protagonista encuentre su acogida y que la edad no sea esa maldita espada de Damocles que a todos amenaza.
ResponderEliminarBuen micro. Enhorabuena y suerte
Más lo leo, más me gusta.
ResponderEliminarDemasiado bueno... para que gane.
Besos, ¡maestra!
Suena diferente desde la voz de un can y le da un aire extraño. Pero atrapa esa historia hasta dilucidarla en el final.
ResponderEliminarExcelente amiga.